Sesiones Preboda
Ya se fue la época en que las fotos de bodas se resumían a unos cuantos clichés: el auto en que llega la novia, la iglesia, la torta y alguna más. Esto ha cambiado y hoy en día las fotografías de boda pueden tener una mirada artística, un verdadero documental del día del casamiento, donde se cuenta toda la historia, un reportaje hecho a medida de cada pareja, con opciones cada vez más personales e interesantes.
Dentro de esta tendencia, lo que algunos fotógrafos y fotógrafas proponemos es la denominada Preboda.La sesión de preboda se puede hacer en cualquier lugar que les guste, campo, playa, ciudad, un lugar que los identifice, como por ejemplo una chacra o la casa de playa adonde van los fines de semana, o simplemente salir un poquito y casi en cualquier lugar se pueden hacer fotos hermosas.
Como ya les comentaba en otro post, las fotos de preboda se pueden usar para hacer el Save the Date, por ejemplo, por eso lo mejor es hacerlas lo antes posible, varios meses antes de la boda. A mi me gusta coordinar la preboda en cuanto los novios me confirman la fecha, porque si les gusta la experiencia de la sesión (siempre les gusta) seguro querrán hacer más de una, y así tendremos tiempo de hacer cuantas prebodas quieran (que en mi caso, están incluidas en la tarifa, porque para mi es el paso más importante para lograr buenas fotos el día de la boda).
Esta sesión de fotos previa al día del casamiento, además de servirle a los novios para hacer lo antes descrito, es esencial para conectar con su fotógrafa o fotógrafo. Es decir, al verse varias veces antes del gran día, ya se van conociendo, viendo posibles detalles que puedan querer, etc., pero lo más importante, es que la preboda los ayuda a “soltarse” frente a cámara, lo que lleva a unos resultados espectaculares en las fotos del gran día.
Otra de las ventajas de hacerse una preboda, es que pueden usar las fotos también para hacer un libro de firmas para el día de la ceremonia, o usarlas en portarretratos decorando el ambiente de la fiesta, y lo que su imaginación les dicte.
¿Qué me pongo para la sesión?
Esta es una pregunta que siempre me hacen los novios, así que les cuento un poquito. La vestimenta para la preboda es algo que va a depender mucho de cada persona, porque para que las fotos salgan naturales, la pareja ha de sentirse cómoda con lo que viste, con su estilo propio, ya que luego cuando se vean en las fotos deben reconocerse como son ellos realmente.
Por supuesto, que hay ciertos colores que van mejor con ciertas locaciones, por ejemplo, o estilos un poco más jugados que lo que usamos en el día a día, pero sí, les aconsejo llevar un look que los caracterice, sean ustedes mismos.
O si prefieren algo más elaborado, salen fotos hermosas con vestidos blancos o de colores claros, ya haciendo un adelanto de lo que será la boda.
Como siempre dejarse llevar por la imaginación es la receta infalible para todo, pero en el caso de la ropa, hay que tener en cuenta el sentirse a gusto con lo que se lleva puesto, ya que si estamos incómodos o nos sentimos “disfrazados” así mismo saldrán las fotos, incómodas o “ficticias” y nada naturales.
¿Cuántas horas lleva hacer una sesión de preboda?
En lo particular me tomo en promedio dos horas para hacer la sesión. La primera media hora es la de “afloje”, es decir, vamos charlando un poco, tomamos algunas fotos, la pareja se va relajando y sintiéndose cada vez más cómoda con la cámara. Si se hace al atardecer, lo ideal es comenzar dos horas antes de la caída del sol, que es cuando (a mi gusto) salen las fotos más lindas por la luz hermosa de esa hora, y cuando llegue ese momento si ya venimos tomando fotos hace un rato, estamos más relajados y con esa luz… el resultado son fotos increíbles y bellas.
A veces los hombres son un tanto reticentes a hacerse sesiones de fotos, pero les aconsejo amigos ¡Hagan una preboda! Ese será el momento de “sentirse incomodos” al principio, ir soltándose, mimarse un rato con su pareja, perderle el miedo o timidez frente a la cámara, acostumbrarse a las fotos, para (y esto es lo más importante) no sentirse así el mismo día de la boda, que ya bastantes nervios hay, naturalmente, como para sumarle otro.
Me encantan las prebodas, no solamente por todo esto, si no que además es una oportunidad para mostrarles a los novios una suerte de “adelanto” de lo que serán las fotos de su gran día.
En resumen una preboda es igual a:
“Todos más tranquilos y contentos en el gran día»
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